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El conocimiento científico crece gracias a la labor de miles de personas que se esfuerzan, hasta el agotamiento, por encontrar respuestas a los enigmas que plantea la Naturaleza. En cada programa un científico conversa con Ángel Rodríguez Lozano y abre para nosotros las puertas de un campo del conocimiento.

Siete libros para divulgar la Ciencia. Hablamos con Jorge Laborda

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Hoy hablamos de divulgación científica con Jorge Laborda Fernández, investigador y Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Castilla-La Mancha en Albacete. Laborda acaba de publicar, reunidos en siete tomos, una recopilación de artículos de divulgación científica que fueron publicados en distintos periódicos desde el año 2000 hasta la actualidad. Cada uno de esos artículos es una historia que habla de investigaciones realizadas en campos muy diversos de la ciencia, principalmente biomedicina. Muchos de esos artículos, los que corresponden a las publicaciones posteriores a 2010, han sido grabados y publicados en el podcast Quilo de Ciencia de CienciaEs.com.

Ministerio de Ciencia e Innovación

Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología

Universidad de Castilla - La Mancha

Durante la charla distendida, Jorge Laborda nos comenta el contenido de algunos de sus artículos más relevantes, ya sea por el éxito de lectura entre las personas que acceden a su blog “Quilo de Ciencia”, por el éxito de audiencia en el podcast del mismo nombre o, simplemente, por su preferencia personal.

A continuación les ofrecemos uno de los artículos para que se hagan una idea del contenido de estos siete libros.

Parasitismo sexual

La vida es ciertamente maravillosa. Quizá no la suya ni la mía, pero sí la vida sobre el planeta Tierra. Y más maravilloso es aun que el maravilloso ser humano haya llegado a darse cuenta de la maravilla de la vida y a comprender muchos de sus mecanismos.

Ya he dicho en estas páginas que el futuro de la biología y de la biogenómica, entendida ésta como la ciencia que tiene por objeto descubrir cómo de los genomas surgen los organismos y muchos de sus comportamientos, reside en el estudio de los insectos. Estos mal comprendidos y generalmente repelentes organismos son, sin embargo, un tesoro para los investigadores que pretenden desvelar los misterios de la vida.

Dentro del mundo de los insectos hay pocas cosas más sorprendentes que el comportamiento de las especies parásitas. También he explicado ya que el parasitismo es inherente a la vida (como cualquiera puede comprobar cotidianamente en su puesto de trabajo). Los parásitos aparecen de inmediato con la aparición de la vida, o al menos es lo que se desprende de programas informáticos simuladores de las condiciones que supuestamente dieron origen a la vida y a su evolución sobre la Tierra. Sea como fuere, el parasitismo ha sido una fuerza evolutiva fundamental que ha tenido una contribución importante también en nuestra propia evolución. De hecho hay quien piensa que el sexo comenzó como una relación de parasitismo, para convertirse después en una relación simbiótica o cooperadora, excepto en algunos casos, hoy en manos de algún juez.

Para que se lleve una idea de lo maravilloso de los insectos y de los complejos mecanismos que, aun completamente inconscientes y automáticos, producto de la ciega evolución por selección natural, controlan su existencia, déjeme que le cuente la vida del pequeño escarabajo Meloe franciscanus, “Mel” para los amigos, el cual, excepto por el color oscuro de su hábito, nada tiene que ver con la orden religiosa de similar nombre. Mel utiliza la trampa del sexo para parasitar a su huésped, un incauto macho, como casi todos, de abeja de la especie llamada Habropoda pallida, “Hab” para los amigos.

Meloe franciscanus es un pequeño escarabajo que habita en el desierto del Mohave, al sur de los Estados Unidos. Mel pertenece a una clase especial de parásitos, denominados cleptoparásitos. Si se acuerda del significado de la palabra “cleptómano”, podrá deducir que un cleptoparásito es un parásito ladrón, que en este caso roba los “ahorros alimenticios” de la abeja a la que parasita. Vamos, que Mel es, para la abeja Hab, como un hijo mayor de treinta años aún viviendo en casa.
Para alimentarse del polen que la abeja Hab hembra recolecta como futuro alimento para sus hijos, Mel necesita llegar hasta su nido. Esto lo hace solo en forma de larva, y no como individuo adulto. Las hembras de Mel depositan sus huevos en una planta cuyas flores son muy apreciadas por las abejas Hab. Cuando los huevos eclosionan, las larvas de Mel suben por el tallo de la planta y hasta 2.000 de ellas se agrupan en su parte superior para formar una estructura que recuerda el cuerpo de una abeja Hab hembra y que pretende así atraer a un macho. El engaño se completa mediante al emisión por estas larvas de sustancias químicas olorosas, llamadas feromonas, muy similares a las que son emitidas por las hembras de abejas Hab para atraer a los machos.

El macho de Hab, que no se caracteriza por su agudeza visual ni por su inteligencia sexual, es atraído por los efluvios emitidos por el grupo de larvas de Mel y se aproxima hacia él. Al alcanzarlo, las formas sensuales del supuesto cuerpo femenino les inducen a lo que todos los machos que se precien saben hacer: copular. El macho de abeja Hab intenta así copular con el grupo de larvas Mel con forma de hermosa y olorosa abeja hembra. A este acto le han llamado los científicos pseudocopulación, o falsa copulación. En ese momento crucial, como suelen serlo las copulaciones, incluso las falsas, las larvas deshacen el grupo y se suben al abdomen del macho. De repente, el ingenuo zángano de Hab se queda sin hembra con la que copular, por lo que, sin hacerse preguntas, y mucho menos sin intentar responderlas, emprende el vuelo en busca de otra hembra, quizá con la esperanza de que esta vez no se trate de un sueño.

Cuando por fin encuentra una hembra de verdad dispuesta a copular con él, las larvas de Mel que lleva sobre su abdomen aprovechan el cercano, y esta vez real, encuentro entre los dos sexos para pasar del cuerpo del macho al cuerpo de la hembra. Terminada la copulación, la hembra se dirige a su nido para depositar los huevos, transportando con ella a las larvas de Mel que, una vez en su nido, se alimentarán del polen y néctar recolectado por la dedicada y trabajadora madre.
Este extraordinario comportamiento parasitario ha surgido entre dos especies de insectos que habitan condiciones extremas, como las encontradas en el desierto del Mohave. Los mecanismos evolutivos seleccionan aquí con rapidez comportamientos conducentes a la mayor supervivencia de una especie en detrimento de la otra, que de todas formas, gracias a las extraordinarias capacidades de las abejas Hab hembra para encontrar alimento en esas condiciones, sigue sobreviviendo aun soportando la carga de alimentar a los hijos de otros. Según los investigadores de este estudio, que publican sus resultados en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences de los EE.UU, la cooperación entre las larvas de Mel colocan a este escarabajo dentro del selecto grupo de especies de insectos sociales, como las abejas, hormigas o terminas, a pesar de que los individuos adultos no manifiesten comportamiento social alguno.

Estarán de acuerdo conmigo en que es mucha la influencia que, en general y en numerosas especies, las hembras ejercen sobre los machos. Aparentemente, el pequeño escarabajo Mel también está de acuerdo, porque es cooperando para utilizar el poder de las hembras sobre los machos cómo consigue sobrevivir en el desierto.

Relación de libros publicados:

Quilo de Ciencia Volumen I. Jorge Laborda
Quilo de Ciencia Volumen II. Jorge Laborda
Quilo de Ciencia Volumen III. Jorge Laborda
Quilo de Ciencia Volumen IV. Jorge Laborda
Quilo de Ciencia Volumen V. Jorge Laborda
Quilo de Ciencia Volumen VI. Jorge Laborda
Quilo de Ciencia Volumen VII. Jorge Laborda

Otras obras de divulgación de Jorge Laborda

Circunstancias encadenadas. Ed. Lulu

Circunstancias encadenadas. Amazon

Una Luna, una civilización. Por qué la Luna nos dice que estamos solos en el Universo

One Moon one civilization why the Moon tells us we are alone in the universe

Adenio Fidelio

El embudo de la inteligencia y otros ensayos


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